Celular
¿Cuáles fueron sus experiencias con los celulares sabiendo que, comparando con las computadoras, son tecnologías más modernas?
Celina:
En relación a los celulares, los primeros contactos que tuve con estos dispositivos también fueron a través de mis padres. El primer celular que recuerdo haber visto era un gran aparato portátil (a comparación de los que usamos en la actualidad) que tenía una pequeña pantalla de 1 x 2 cm aproximados y los botones con los números telefónicos. Era muy similar a un teléfono inalámbrico que usamos hoy como fijos en nuestros hogares. El segundo celular que hubo en mi casa fue un Motorola Startac, con el que sí recuerdo haber hecho alguna llamada casual a mis padres o a algún familiar. A diferencia del anterior, este dispositivo tenía una tapa, y contaba con una antena que debía desplegarse para obtener la señal al realizar la comunicación. La única función que podía realizarse con estos teléfonos era llamar y recibir llamadas, aunque también tenía una agenda en la que se podían almacenar algunos pocos números telefónicos. En ese entonces, el celular no era un objeto de uso personal. Recuerdo que mis padres lo adquirieron sólo para usarlo cuando alguno de mis padres (en general mi padre) realizaba algún viaje. El resto del tiempo, el celular estaba apagado y guardado en una caja. Recién a los 16 años obtuve mi primer teléfono de uso personal, cuyas funcionalidades se habían ampliado: ahora además de realizar llamada y agendar contactos, podían enviarse sms, jugar, realizar cálculos a través de la calculadora o el cronómetro, sacar fotografías, enviar archivos a través de infrarojo, etc.

Danna:
Con respecto a los celulares, los primeros a los que tuve acceso pertenecieron a mi padre. El primero fue el denominado “ladrillo” que solo te permitía realizar llamadas. Luego se compró un Nokia 1100, el cual ya se podían mandar mensaje de texto. Mi papá no me dejaba usarlo mucho por miedo a que lo rompiera, situación que hoy en día es muy distinta ya que todos los nenes usan los celulares de sus padres casi libremente para jugar o ver videos de sus dibujitos animados preferidos. Por eso solo lo usaba cuando él me dejara, o a escondidas, para jugar al famoso juego de ese modelo de celular: la viborita. El internet en los celulares no existía por eso solo se limitaba a llamadas, mensajes y otras aplicaciones que se incorporaron con la aparición de estos celulares como por ejemplo la calculadora.